El jueves pasado se celebraba el Día Mundial sin Tabaco y en Ciencia Divertida queremos mostrar nuestro apoyo a esta causa para concienciaros de los grandes prejuicios para la salud que causa el tabaco. Por esta razón, hoy queremos mostraros una visión científica de los efectos perjudiciales que sufre nuestro ADN cuando se expone a las sustancias nocivas que contienen los cigarrillos.

El tabaco mata a 7 millones de personas en todo el mundo cada año. A pesar de eso, actualmente no está considerada una sustancia dura al nivel de otras drogas, pero sí es una de las más adictivas que conocemos hoy en día.

Fumar aumenta el riesgo de cáncer, eso es conocido por todo el mundo, pero un reciente estudio realizado por científicos del Laboratorio Nacional de Los Álamos (Estados Unidos) y del Instituto Wellcome Trust Sanger (Reino Unido) ha demostrado que las personas que fuman se encuentran en riesgo de sufrir al menos 17 tipos de cáncer distintos y no solo de pulmón como se creía.

Pero ¿cómo daña el tabaco a nuestro ADN? Los mecanismos por los que nuestro genoma acaba dañado aún son una incógnita, tan solo se sabe que el consumo de tabaco aumenta el riesgo de cáncer debido a las mutaciones que se producen en los tejidos directa e indirectamente expuestos al humo. Si, mutaciones. Pero no las que a todos se nos vienen a la mente. No te vas a convertir en un X-Men por fumarte dos cajetillas de tabaco al día. Las sustancias que libera el tabaco aceleran un reloj celular mutacional que existe en los órganos expuestos y que en vez proporcionarnos superfuerza, nos produce cáncer.

Para que quede más claro. Las células sufren mutaciones durante toda nuestra vida. En la mayoría de casos no producen efectos adversos en nuestros tejidos, por lo que el riesgo de sufrir una enfermedad por una mutación genética por sí misma, es pequeño. El tabaco, aumenta el número de mutaciones sufridas en cada célula y a más mutaciones, más posibilidades habrá de que afecte a un gen causante de cáncer. Esta afirmación se parecería a una gran partida de dardos como las que vemos en las casetas de feria y en la que, en este caso, por cada 100 globos habría uno que conlleva una penalización. Pues por cada cajetilla de tabaco fumada, se conseguiría un dardo más, por lo que habría más posibilidades de explotar el globo prohibido. ¿A que ya no ves con los mismos ojos el término “mutación”?

El resumen del estudio es que las personas fumadoras no solo están expuestos a un tumor en los pulmones, sino también en otros órganos que indirectamente sufren los efectos nocivos del tabaco. Desde Ciencia Divertida os animamos a que siempre tengáis presentes los efectos del tabaco a corto y largo plazo y que apostéis por una vida saludable. Contamos con un taller sobre este tema llamado “Antitabaco”, a través del que explicamos los peligros derivados del consumo del tabaco y cómo mantenerse al margen de este tipo de sustancia. Podéis contactar con nosotros si queréis información sobre este taller o cualquier otro. ¡Estaremos encantados de hablar con vosotros!