Este año comienza cargado de sorpresas astronómicas. Si nos seguís desde hace tiempo sabréis que el equipo de Astronomía de Ciencia Divertida trabaja arduamente por mantenernos informados sobre los principales fenómenos que se dan en el firmamento.

Si en la madrugada del 1 al 2 de enero hubo una superluna (el satélite pareció aumentar su tamaño en un 11% y tuvo más brillo de lo habitual) a finales de este mes vamos a ser testigos de un evento que sucede muy pocas veces: Un eclipse lunar total protagonizado por la Luna Azul.

Pero vayamos por partes, porque tenemos muchos datos que explicar acerca de esto. En primer lugar, ¿qué es la luna azul?

El término original fue acuñado en inglés (blue moon) y hace referencia a la luna llena que se produce por segunda vez en un mismo mes. Alrededor de 7 veces en el mismo siglo tienen lugar 2 lunas azules en el mismo año. Normalmente si la primera luna azul tiene lugar en enero la segunda  tendrá lugar en primavera (marzo, abril o mayo).  Se conoce como azul no por el color que adquiere, sino por una deformación del inglés: En el idioma anglosajón antiguo el término belewe significaba traidor, y así se conocía a esta luna que se repetía, ya que obligaba a que se extendiese el ayuno de la cuaresma.

Ahora que hemos aclarado qué es la luna azul pasamos al fenómeno en cuestión: el eclipse lunar total.

Cuando la Tierra está colocada ente el Sol y la Luna y los tres cuerpos están alineados de forma perpendicular se proyecta una sombra sobre la Luna, de forma que la cubre por completo. Los rayos del Sol no llegan al satélite, por lo que la oscuridad la cubre. Este evento sólo se puede dar si la fase es de Luna llena.

Los eclipses lunares totales a veces son llamados Luna de sangre y, en este caso, sí que corresponde al color que adquiere: dada la colocación de la Tierra, el Sol y la Luna, los rayos del Sol atraviesan la atmósfera terrestre, dispersando las luces violetas y verdes y dejando pasar con más fuerza la luz rojiza.

La luna azul suele tener lugar cada 2 años y medio, pero la última vez que el ser humano fue testigo de este fenómeno (eclipse de luna total con luna azul) fue hace 150 años.

El día 31 de enero viviremos este espectáculo en el cielo nocturno pero, desgraciadamente, no será visible en todas partes. Según datos proporcionados por la NASA los habitantes de zonas del centro y oeste de Asia, Indonesia, Oceanía y noroeste de América del Norte lo podrán visualizar a lo largo de la madrugada perfectamente. Oriente medio, la parte más al Este de Europa y África, el Sudeste asiático, Estados Unidos y parte de América central podrán verlo parcialmente.

Para volver a ser testigos de otra Luna Azul tendremos que esperar al 31 de diciembre de 2028. Sin embargo, tendremos que esperar la friolera de 152 años para otro eclipse de Luna Azul total.

Desde el departamento de Astronomía de Ciencia Divertida estaremos muy atentos a este fenómeno, y si tenéis oportunidad de verlo no dudéis en enviarnos imágenes. ¡Hasta la próxima!