La química es una de las ciencias más importantes que existen. Existe la creencia generalizada de que es una disciplina pesada y un poco aburrida, pero os podemos asegurar que no es así.

Para corroborar la relevancia  de la química vamos a explicar (de la forma más sencilla posible) una de las moléculas más populares y más complejas que existen: ADN.

El Ácido DesoxirriboNucléico (o ADN) es una molécula. ¿Y qué significa esto? Se trata de un conjunto de átomos ordenados y pegados entre sí, que conforman la unidad más pequeña posible de cualquier sustancia.

En el caso de la molécula de ADN los átomos están colocados de manera que parecen componer una escalera con forma de espiral.  Todas las moléculas son significativas y deben tomarse en consideración pero, dada su alta implicación biológica, el ácido desoxirribonucleico es una de las más estudiadas y analizadas.

Para entender cómo funciona el ADN podríamos pensar en él como el mapa de un ser vivo, que aclara y permite descifrar su estructura.  La escalera de la que hablábamos antes está formada por pequeños “escalones” o bases. Estos peldaños serían los diferentes productos químicos que lo componen: Adenina, Guanina, Timina y Citosina. (A, G, T y C). Los escalones se van combinando unos con otros, dando lugar a lo que sería un código. Este código varía de una persona a otra, lo que nos hace diferentes y únicos.

Vamos a revisar (a grandes rasgos) cómo está compuesto el cuerpo humano. En primer lugar tenemos los aminoácidos. Los aminoácidos son moléculas químicas muy pequeñas que se localizan dentro de nuestro organismo.  Existen más de 20 tipos de aminoácidos, y se conectan entre sí como si se tratase de piezas de construcción. Al combinarse entre sí dan lugar a partículas más grandes, que conocemos como proteínas.

Las proteínas, unidas a otros elementos químicos, se combinan entre sí para dar lugar a las células. La célula, como seguro ya sabéis, es unidad más pequeña de todo ser vivo que, permite formar tejidos.

Los tejidos dan lugar a los órganos, los cuales si están bien formados y se complementan entre sí permiten que el cuerpo del ser vivo funcione correctamente.

Las proteínas han de construirse de la manera correcta para que todo el engranaje de nuestro cuerpo funcione a la perfección. Para que esto sea posible el ADN juega un papel imprescindible. Es el encargado  de “decirle” a los aminoácidos cómo se han de organizar, siguiendo instrucciones concretas para que las proteínas funcionen adecuadamente.

Como explicábamos antes, la estructura del ADN es similar a la de una escalera en espiral. Cada una de ellas es realmente larga, compuesta por millones de letras (T, C, G, A). Normalmente esta escalera está enroscada sobre sí misma, habitando en el interior del núcleo de las células. Los aminoácidos viven fuera del núcleo. Esta zona se conoce como citoplasma.

Para poder interactuar con el citoplasma y crear las proteínas, algunos elementos químicos dentro del núcleo hacen copias parciales del ADN, conocidos como ARN. Son similares al ADN pero no son tan largos y les faltaría un lado de la escalera. Su tamaño le permite pasar a través de diminutos poros del núcleo hasta el citoplasma, donde se encuentran los ribosomas. Los ribosomas conforman el citoplasma y son los encargados de crear las proteínas. Deben leer el ARN, recogen aminoácidos y los enlazan entre sí para construir una cadena de acuerdo con el código del ARN. A medida que esta cadena va creciendo ésta se va doblando y se pliega, pegándose a sí misma, y dando lugar a una proteína.

El funcionamiento de la estructura del ADN es realmente complejo, pero como explicación sencilla seguro que os ha quedado claro. Si este u otros temas relacionados con la estructura molecular del cuerpo os resultan interesantes no dudéis en escribirnos para publicar más artículos como éste. ¡Hasta pronto!