A nadie le amarga un dulce, y en Ciencia Divertida lo sabemos bien. Por eso nos gusta probar nuevas técnicas de experimentación para probar con los jóvenes científicos.
Esta semana nos decantamos por experimentar en el campo de la cocina, donde tienen lugar un montón de procesos químicos y que, en ocasiones, ¡ni nos damos cuenta!

Este experimento, a pesar de que no es complicado, requiere la supervisión de un adulto, por lo que no dejéis que los peques lo prueben solos, ya que podría ser peligroso.

¿Qué necesitamos?

-Un palito de madera (tipo brocheta)
-Una pinza para la ropa
– 1 taza de agua
-2 o 3 tazas de azúcar
-1 frasco de cristal estrecho y alto (como los de espárragos)

¿Cómo lo hacemos?

1-Tenemos que enganchar la pinza en el palito de madera de manera que quede formando una cruz, y al insertar el palo en el frasco la pinza haga de tope para que no se pueda caer. La idea es que el palo quede suspendido dentro del frasco sin tocar el fondo.

2-Extrae el palo con la pinza del frasco, y déjalo a un lado. Volveremos a usarlo en un rato.

3-Con la ayuda de un adulto (esto es importante) vamos a verter el agua en una sartén y calienta hasta que hierva.

4- Vierte ¼ de taza de azúcar en el agua hirviendo, y remueve hasta que se disuelva.

5- Continúa añadiendo pequeñas cantidades de azúcar, y removiendo cada vez hasta que se disuelva. Este proceso puede ser un poco pesado, pero hay que tener paciencia (el resultado valdrá la pena)

6- Cuando el azúcar ya no sea capaz de disolverse es el momento de sacarlo del fuego y dejar que la sartén repose y enfríe unos 20 minutos.

7- Mientras la solución de azúcar se enfría introduce el extremo del palito de madera en dicha mezcla y gíralo, como si estuvieses preparando algodón de azúcar. Puedes introducirlo en un bol de azúcar para impregnarlo de estos pequeños granos. De esta manera estaremos ayudando a la cristalización del azúcar. Deja que enfríe completamente, para fijar los granos de azúcar por completo a la solución, evitando que caigan.

8- El adulto supervisor será el encargado de introducir la solución de azúcar en el frasco con agua. Con mucho cuidado se sumergirá el palito con la mezcla de azúcar en el frasco, asegurándose de que quede colgando sin tocar los lados.

9- Deja que el frasco se enfríe por completo y colócalo en un lugar donde no se vaya a mover.

10- Ahora tenemos que esperar. Los cristales de azúcar crecerán los siguientes 3 – 7 días.

¿Qué ha pasado? Al mezclar agua y azúcar se ha conseguido una solución súper saturada. Esto significa que el agua solo puede aguantar el azúcar si ambos están muy calientes. Cuando el agua se enfría el azúcar “sale” de la solución convertido en cristales de azúcar.

Ahora que habéis probado cómo se prepara un caramelo tan sólo queda experimentar (añadir color, intentar darle forma…). Esperamos con ganas los resultados de vuestros caramelos, ¡contadnos todo!