Os traemos un nuevo experimento con el que os vamos a explicar de un modo muy sencillo cómo se crean las nubes a partir del agua de océanos, ríos y lagos, y cómo estas se convierten en lluvia. Este proceso se conoce como el ciclo del agua y consta de cinco fases: evaporación, condensación, precipitación, infiltración y escorrentía.
Estos son los cambios por los que pasa el agua en cada fase:
- La evaporación es la primera fase del ciclo del agua, se produce cuando el sol calienta el agua y ésta se transforma en vapor y asciende a la atmósfera.
- Una vez el agua evaporada está en la atmósfera se produce la condensación, en esta parte del ciclo el agua vuelve del estado gaseoso al líquido.
- La tercera fase es la precipitación, que se produce cuando esta agua de la atmósfera desciende a la tierra en forma de pequeñas gotas de lluvia.
- La siguiente fase es la de infiltración, en la cual la superficie de la tierra absorbe el agua de la lluvia, que va a parar a las corrientes de aguas subterráneas.
- Por último, está la fase de escorrentía. En ésta, las aguas subterráneas van a parar a los ríos, lagos y océanos de dónde habían salido, listas para iniciar de nuevo el proceso de evaporación.
Ahora os presentamos un sencillo experimento para que nuestros pequeños científicos puedan poner en práctica lo aprendido en este artículo. Para ello es necesario una botella grande de plástico transparente, rotuladores permanentes, un vaso de agua y colorante alimenticio azul.
- En la parte alta de la botella dibujaremos el sol y las nubes con los rotuladores y la tierra en la parte inferior.
- A continuación, mezclamos un vaso de agua con el colorante que verteremos en la botella, para luego taparla y ponerla en algún sitio dónde le dé directamente el sol.
- Ahora solo queda esperar y ver lo que ocurre.
Con el calor, parte del agua va a evaporarse y ascender a la zona alta de la botella. Una vez ahí, se condensará en forma de pequeñas gotas que acabarán precipitándose de nuevo a la base de la botella.
Además de este experimento, podemos comprobar el efecto del ciclo de agua con otros elementos comunes de nuestras casas, como cuando un cazo con agua en el fuego comienza a hervir y se aprecia una nube de agua ascendiendo que luego se condensa en las paredes de la cocina; o cuando nos damos un buen baño de agua caliente y todo el baño se llena de vapor, que al cabo de unos minutos pasan a ser pequeñas gotas de agua por las paredes.