En nuestra nueva edición de la serie de destacadas profesionales de algunas de las ramas de la
ciencia queremos hacer mención a Maryam Mirzakhani. Esta matemática iraní, desconocida para
muchos, pasó a ser noticia hace unos años por convertirse en la primera mujer galardonada con el
Nobel de las matemáticas, o lo que es lo mismo, la Medalla Fields.
Este prestigioso premio, conocido como la Medalla Internacional para Descubrimientos
Sobresalientes en Matemáticas, se otorga cada 4 años a aquellos miembros de la comunidad
científica con una edad menor a los 40 años. Es el reconocimiento a una prestigiosa labor que, en
el caso de Mirzakhani, finalizó de forma prematura, tras una enfermedad, hace apenas unos días.
Nacida en 1977 en Irán, Maryam estudió en la Universidad de Tecnología Sharif en Teherán,
donde se licenció en Matemáticas a finales de los 90. Pronto su potencial y su entrega la llevaron
a realizar el doctorado por la Universidad de Harvard. Su trabajo se centró, principalmente, en las
superficies Riemann y los modelos espaciales, los cuales se relacionan con diversas partes de las
Matemática, como son la geometría hiperbólica, la geometría simpléctica y los campos del espacio
de Teichmüller.
Tras doctorarse pasó una temporada en la Universidad de Princeton, donde trabajó como
profesora asistente, antes de trabajar como investigadora en la prestigiosa universidad de
Stanford. Su investigación destacó rápidamente por transgresora, en especial en el campo de la
geometría. Su contribución al campo de las Matemáticas fue principalmente teórica en la rama de
la geometría diferencial o algebraica, vinculada directamente con el campo de la Física teórica y la
popular teoría de cuerdas.
Como indicamos antes, sus análisis giraron en torno a las superficies de Riemann, donde se
encuentran los objetos como esferas con diversos agujeros o las superficies parecidas a una
rosquilla. Descubrió la forma de calcular el volumen de objetos con superficie hiperbólica, lo cual l
encumbró como una de las figuras más destacadas en su campo.
No sólo se interesó en por la parte científica de las Matemáticas, sino que mostró una curadoidad
destacada por la topología, en la que descubrió cuenta conexión con la geometría.
Maryam trabajó hasta su último aliento dedicada a su pasión, trabajando como profesora de
Matemáticas en la Universidad de Stanford. No sólo es importante destacar su inmenso aporte al
mundo de la ciencia, sino que se ha convertido en un referente en su país de origen, donde la
mujer y el progreso intelectual de la misma no suelen ir ligados.
En Ciencia Divertida Galicia disfrutamos descubriendo el papel relevante de mujeres científicas,
con la esperanza de que llegue el día de que dejen de ser noticias por el hecho de ser mujeres, en
lugar de ser recordadas como profesionales de la Ciencia.