La noche del 31 de Octubre se celebra en casi todo el mundo una de las fiestas más antiguas que existen: algunos la conoceréis como Samaín, otros como Halloween pero ambas celebraciones tienen su origen en la festividad celta de Samhaín.
Esta fiesta se celebraba para conmemorar el fin de la temporada de cosechas y, por tanto, el fin del verano. En la tradición celta el año se dividía en dos partes, una clara y otra oscura. El día 31 de Octubre tenía lugar el inicio del Año Nuevo Celta, lo que significaba que comenzaban los meses oscuros del año. La mitad clara comenzaba con la luna llena de Abril o Mayo.
Esta fecha no sólo servía para festejar el cambio de estación para los celtas, sino que se trataba de una noche única en la que se creía que el mundo de los vivos y el mundo de los espíritus entraban en contacto. Los difuntos podían mezclarse con los vivos y reencontrarse con sus seres queridos. Para que los espíritus estuviesen de buen humor y los malos no les hiciesen ningún daño los celtas se vestían con máscaras y ropajes con el objetivo de espantar a los malvados, solían dejar comida en la entrada de las casas.
Con la expansión del Imperio Romano éstos incorporaron a su calendario algunas festividades celtas, como el caso del Samhaín, muy similar a las fiestas en honor a la diosa romana de la cosecha. En el siglo VII se incluyó esta celebración celta al marco de celebraciones cristianas del Día de Todos los Santos, que coincidía con el primer día de Noviembre.
Irlanda, uno de los países europeos con mayor arraigo de la tradición celta pero profundamente devoto de la fe cristiana, vivió una importante crisis socioeconómica a mediados del siglo XIX. Dicha situación los empujó a emigrar a la próspera Norteamérica, donde llegaron junto con sus tradiciones. Así nacía en EEUU “All Hallows Eve” y, posteriormente Halloween.
En Galicia, de tradición celta como nuestros vecinos irlandeses, la festividad de Samaín se mantuvo en ciertas zonas rurales, coincidiendo con la celebración del Magosto. En esta fiesta se celebra el fin de la estación de las cosechas asando castañas y recordando a los que ya no están con nosotros.
Como veis las tradiciones de lugares tan dispares como Irlanda, Galicia o Estados Unidos tienen un origen común, lleno de historias y misterios, algo que nos encanta en Ciencia Divertida.
Con ocasión de este día tan especial hemos preparado un taller al que hemos llamado “Fiesta del Terror-Ciencia”. En él nuestros científicos chiflados deberán guiar a los participantes por el bosque secreto del Mago Merlín, a quien tratarán de demostrar que la ciencia es más poderosa que la magia. Deberán superar todas las pruebas a las que los vaya sometiendo el famoso mago: brumas tenebrosas, una fuente de espuma, atrapar a los fantasmas…
¿Tú qué opinas? ¿Será magia? ¿O será ciencia…?