Los procesos químicos resultan fascinantes, y como siempre, en Ciencia Divertida Galicia tratamos de mostrar todo los posibles. Nos encanta explicar la mecánica de dichos procesos mediante sencillos experimentos que podéis hacer en casa o en el colegio.
En esta ocasión tenemos diferentes experimentos muy fáciles con un protagonista común: el huevo. Esta rica fuente de proteína que está presente en nuestra dieta se convierte en la herramienta principal de los siguientes ejercicios prácticos en los que va a ser el gran protagonista. ¿Te quedas a probarlos?
- Cómo inflar un globo sin soplar
Materiales necesarios
-1 huevo
-1 bol
-1 botella de plástico vacía. El tamaño ideal sería el de una botella de agua de 50cl.
-Vinagre
-1 globo
Este es, probablemente, el experimento más sencillo que hemos propuesto en Ciencia Divertida, pero resulta muy interesante observar cómo sucede todo. ¡Empezamos!
Lo primero que debes hacer es romper el huevo sobre el bol. Vacía todo el contenido (la yema y la clara) en el recipiente y conserva la cáscara.
Coloca la botella vacía sobre una superficie lisa y comienza a romper la cáscara del huevo en pequeños trozos. Échalos dentro de la botella.
Ahora deberás verter el vinagre dentro de la botella, de manera que el líquido cubra el fondo de la botella y toda la cáscara.
Rápidamente coloca la boca del globo en la boca de la botella, cubriendo ésta última para que no salga ni entre aire.
Agita ligeramente la botella, para que nuestra mezcla de cáscara y vinagre se integre bien y deja la botella sobre una superficie. Deja que repose durante un ratito.
¿Qué ha pasado? ¡El globo se ha hinchado como por arte de magia! Pero como ya sabrás, todo tiene una explicación científica. Vamos a resolverla:
La cáscara de huevo contiene carbonato de calcio (CaCO3). Cuando entra en contacto con el vinagre (en concreto, con el ácido acético del vinagre) se libera dióxido de carbono (CO2). Como ya sabes el dióxido de carbono es un gas, el cual se expande por dentro de la botella y su presión hace que el globo se hinche.
- Huevo flotante
Con este experimento podrás comprobar la densidad del agua y cómo la sal condiciona considerablemente esta relación.
Materiales necesarios:
-2 huevos
-2 vasos (mejor grandes y anchos)
-Sal
-Una cucharilla para revolver
-Agua
Lo primero que debes hacer es llenar un vaso con agua y echar dentro uno de los huevos. Podrás comprobar cómo el huevo se hunde hasta el fondo, casi en un instante.
Ahora veremos qué es lo que sucede cuando añadimos mucha sal en el agua: Coloca el segundo vaso junto al primero, llénalo de agua y echa dentro un buen puñado de sal. Revuelve con ayuda de la cucharita y echa un poco más de sal. Vuelve a revolver y echa todavía más sal.
Coge el 2º huevo y échalo dentro del vaso en el que has agregado mucha sal. ¿Qué es lo que pasa? El huevo flota, muy cerca de la superficie, como si una fuerza le impidiese hundirse.
Al diluir la sal en el agua ésta se vuelve más densa (es decir, pesa más) que el huevo, lo que provoca que flote.
Seguro que habrás escuchado hablar del Mar Muerto, un gran lago salado situado entre Israel, Jordania y Palestina. Cuando alguien se introduce en este lago no se hunde, dada la elevada concentración en sal que hay en él, por eso son tan frecuentes las imágenes de turistas flotando.
Como habrás visto son experimentos muy facilitos y que ayudan a que entendamos procesos químicos y físicos que resultan complejos. Esperamos que os hayan gustado y continuaremos trabajando en otros experimentos divertidos.