La Naturaleza es una fuente de información prácticamente ilimitada. Si nos parásemos a observar el entorno natural más cercano a nosotros no tendríamos tiempo suficiente para analizar las costumbres y características de todos los elementos que habitan en él.
Uno de los rasgos más sorprendentes que poseen algunos seres vivos es la habilidad de parecerse a organismos ajenos a ellos. Puede que lo conozcáis como camuflaje.
Esta cualidad tan asombrosa es empleada para obtener cierto provecho: los animales con esta capacidad lo emplean tanto para abordar a sus presas sin ser vistos como para pasar desapercibidos cuando el enemigo acecha.
Existen diferentes tipos de camuflaje en la Naturaleza. A continuación veremos algunos ejemplos de ellos:
MIMETISMO: es la capacidad de un ser vivo de parecerse a otro organismo que no tiene nada que ver con él, con el propósito de obtener cierta ventaja estratégica. Un ejemplo de ello es uno de los más comunes (y de los más reconocible) es el insecto palo. El color de este insecto es prácticamente idéntico con el de las ramas marrones y ocres en las que se mueve, y su forma es similar a la de un palo. En caso de que se sienta inseguro el insecto palo puede pasarse varias horas seguidas sin moverse, pasando desapercibido por completo.
Otro ejemplo de mimetismo animal podría ser el de las orugas, capaces de pasar completamente inadvertidas si están sobre una hoja.
CRIPSIS: este tipo de camuflaje podría ser un subtipo de mimetismo, puesto que el ser vivo consigue asemejarse a algo ajeno a él. La principal diferencia es que no se mimetiza con otro ser vivo, como puede ser un insecto en una planta, sino que alcanza un nivel de semejanza con el entorno alucinante. Un ejemplo claro de cripsis es el que llevan a cabo ciertos reptiles con el terreno en el que se halla. Este tipo de camuflaje es muy frecuente cuando el animal es el depredador, y espera el momento de acercarse a la presa sin ser visto.
En el ámbito marino también vemos ejemplos de cripsis: muchas especies de peces se “funden” con el fondo. El pez piedra no se caracteriza por su habilidad nadadora, pero sí por sus capacidades de hacerse semejante a las rocas que se encuentran a gran profundidad en el mar. En el caso de los caballitos de mar, su camuflaje en arrecifes de coral es por supervivencia, para evitar que los depredadores marinos les alcancen (nadan muy despacio).
Como veis el mundo que nos rodea está lleno de muestras de la grandeza de la Naturaleza. En este artículo hemos visto cómo varias especies de animales desarrollan habilidades únicas con el objetivo de sobrevivir.
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