Cada vez es más común que los niños se queden en casa en su tiempo libre jugando con la gran variedad de consolas, juegos de ordenador y aplicaciones para el móvil en vez que salir a jugar a los parques y jardines con otros niños. Esto se debe a variedad de motivos, tanto la falta de tiempo por parte de los padres como el desinterés inicial por parte de los niños, que están acostumbrados a ese estilo de vida.
Este cambio en el modo de divertirse de los niños hace que sean menos activos, que se relacionen menos con otros niños y que no lleguen a desarrollar tanto su imaginación.
Por otra parte, jugar al aire libre trae múltiples ventajas por las que vale la pena hacer el esfuerzo de cambiar los hábitos de juego, aunque al principio los niños se puedan mostrar reacios, no tardarán en pasárselo en grande, ya que:
- Hacen ejercicio y dejan de lado los hábitos sedentarios, esto tiene repercusión positiva tanto en el humor como en la salud de los niños.
- Estimulan su creatividad, la naturaleza es todo un universo por descubrir y observar. Y por otra parte, los juegos en equipo con otros niños son impredecibles y nunca saben qué va a pasar.
- Siguiendo en esta línea, se relacionan con más niños, hacen amigos y aprenden a comunicarse mejor. Lo que tiene efectos muy positivos en el estado de ánimo y la autoestima de los niños.
- Adquieren más autonomía, ya que exploran zonas nuevas, se relacionan con otros niños y, en general, aprenden a ser más independientes y tienen un mayor desarrollo emocional.
- Se liberan de las presiones de las clases y el estudio, en un ambiente abierto y con otros niños es más fácil olvidarse del estrés de la clase del día anterior que si se quedan encerrados en casa.
Y estos son solo algunos de los principales beneficios de jugar al aire libre, así que, no dudéis en animaros a probar a hacer este cambio de hábitos y no tardaréis en notar los múltiples beneficios en los niños.