Las intolerancias alimentarias se han convertido en un tema de conversación recurrente en los últimos años. Desde hace tiempo hemos sido testigos de la aparición de un gran número de intolerancias a ingerir ciertos alimentos o componentes alimenticios: gluten, frutos secos, huevos, lactosa… En Ciencia Divertida Galicia, como bien sabéis, somos ávidos investigadores, por lo que hemos querido saber un poco más acerca de una de las intolerancias más comunes: la intolerancia a la lactosa.

Para comenzar vamos a explicar qué es: la lactosa es un disacárido que se encuentra en la leche de vaca, de oveja y de cabra, así como en la leche humana. Un disacárido es un tipo de azúcar o carbohidrato que está presente en numerosos alimentos, y que se compone de dos monosacáridos, a su vez. En el caso de la lactosa su composición procede de la unión de una molécula de galactosa y de glucosa.  Por esta composición la lactosa se conoce como el azúcar de la leche.

Para que el intestino delgado pueda digerir correctamente la lactosa y descomponerla necesita la presencia de una enzima conocida como lactasa. Con la edad, el intestino reduce la secreción de lactasa, dado que se supone que los mamíferos sólo ingerimos leche durante la infancia. No obstante el ser humano, debido a la adaptación evolutiva y a las costumbres de ciertas partes del mundo, ha seguido consumiendo leche durante la edad adulta. Es por esto que el intestino continúa generando lactasa cuando somos adultos.

Sin embargo, hay personas en las que la producción de esta enzima es muy baja, por lo que experimentan lo que conocemos como intolerancia a la lactosa. Dicha intolerancia se manifiesta en dolor abdominal, gases, náuseas, hinchazón del abdomen…Afortunadamente, y gracias a los avances en el campo de la investigación médica, existen alternativas alimentarias sin lactosa que ayudan a llevar una vida y una dieta normal.

Como sabéis, la leche y sus derivados son la principal fuente de calcio que nuestro organismo necesita para fortalecer la estructura ósea y los dientes. Pero el calcio está presente en otros alimentos, aptos para una dieta sin lactosa. ¿Sabes cuáles son?

-Frutas como la naranja

-Frutos secos (almendras y nueces)

-Pescados como el salmón o las sardinas

-Vegetales, como los espárragos, berza, repollo, brécol…

 

Si este artículo os ha parecido interesante y os gustaría saber más sobre intolerancias alimentarias no dudéis en contactar con nuestros expertos en alimentación de Ciencia Divertida Galicia. ¡Hasta pronto!