El cambio climático y su avance es uno de las principales amenazas que vive la población mundial. Gran parte de los habitantes de nuestro planeta considera que el daño ya está hecho y no hay vuelta atrás. Otra parte, sin embargo, y apoyada en datos científicos, cree que los malos actos contra el Medio Ambiente se pueden deshacer.

Los daños provocados por el cambio climático son una realidad y probablemente tengan unas consecuencias inevitables, pero está en nuestra mano frenar la evolución de mayores desastres. Según la organización ecologista Greenpeace formamos parte de la última generación capaz de impedir que el calentamiento global, entre otros, deje unas secuelas en nuestro planeta irreparables.

¿Y, qué puedo hacer yo, que soy sólo una persona? ¿Mis actos pueden ayudar a remitir el desgaste del planeta Tierra? Los expertos en Medio Ambiente de Ciencia Divertida Galicia responden rotundamente: SI. Cada buena acción en favor de la conservación del planeta tiene un impacto positivo, del mismo modo que una mala práctica tendrá una consecuencia negativa.

Uno de los métodos más sencillos para incorporar a nuestra vida diaria es el reciclaje. Como sabéis, consiste en darle una nueva vida a aquellos objetos o materiales que ya no usamos. Normalmente este proceso se lleva a cabo en centros específicos dedicados a reciclar, pero en casa o en clase podemos realizarlo fácilmente.

  • En casa, en lugar de tener un solo cubo de basura, podemos poner 2. Uno será para desperdicios orgánicos (restos de comida, por ejemplo) y otro para envases de plástico. Puedes usarlos de diferentes colores (uno verde y otro amarillo) para que resulte más fácil identificar dónde depositar cada residuo. Así, cuando un cubro esté lleno, podrás reciclar porque ya tendrás los desperdicios clasificados.

 

  • Reducir el consumo de envases. El plástico tarda casi 700 años en degradarse. Utiliza bolsas de tela en lugar de las de plástico, recipientes de vidrio para transportar comida y bebida…En resumen, todo lo que se pueda reutilizar será mucho más beneficioso para el Medio Ambiente que continuar generando basura cuando ésta se podría evitar.

 

  • Cada desperdicio en su sitio: los electrodomésticos deben depositarse en el Punto Limpio de tu zona, así como las pilas. El aceite usado no se debe tirar en casa, sino depositarlo en los puntos de recogida de tu ayuntamiento. Si tienes dudas puedes ponerte en contacto con el servicio de recogida de residuos de tu zona para que te indiquen la mejor manera de reciclar materiales.

 

  • Utiliza el transporte público. Si vives en ciudad seguro que cuentas con una red de líneas de autobús o metro que te permiten hacer el mismo recorrido qué harías en transporte privado. Además podrás ahorrar y no tendrás que preocuparte de dónde se aparca.

 

  • Apaga las luces: acostúmbrate al salir de una habitación de apagar las lámparas. Con esto no sólo se ahorra en la factura sino que evitas que las emisiones de CO2

 

  • Reduce el consumo de agua: a todos nos encanta darnos una ducha eterna, pero piensa que el agua que estás gastando en ese momento está acelerando el proceso de sequía de los embalses. Si eres de los que les encanta darse un baño intenta cambiarlo por una ducha rápida. ¡Cada pequeño gesto es una ayuda!