Si habéis estado pendientes de las noticias estas semanas es probable que hayáis escuchado hablar del Acuerdo de París y de la decisión que ha tomado EEUU de retirarse del mismo, tras el anuncio realizado por el presidente Donald Trump.

Para los que no estéis al tanto el Acuerdo de París contra el Cambio Climático es un acuerdo elaborado dentro de la Convención Marco de las Naciones Unidas en el que se fijan una serie de preceptos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Cada nación que ha firmado dicho acuerdo se compromete a reducir sus emisiones en un porcentaje y plazo determinado, sin la intervención de los parlamentos de ningún país. Los expertos afirman que el éxito de este Acuerdo reside precisamente en este hecho, ya no se impone ninguna ley al respecto.
Hasta el 2020 el Acuerdo de París no entrará en vigor, cuando tendrá fin la validez del Protocolo de Kioto, donde se decidió llevar a cabo un conjunto de acciones para disminuir los gases de efecto invernadero, y que consiguió el compromiso de la mayor parte de los países industrializados. Este grupo de naciones (entre los que se encuentra España) se comprometió a reducir al menos un 5% las emisiones entre 2008 y 2012.

Siguiendo los datos reportados por la ONU, se estima que la temperatura de la superficie de nuestro planeta aumente entre 1,4 y 5,8 grados centígrados desde ahora hasta finales del siglo XXI. El objetivo principal de los países firmantes del Acuerdo de París es que mantenga la temperatura media por debajo de 2 grados, y trabajar en limitar la subida de temperatura hasta 1,5 grados. Si se consigue alcanzar esta meta se reducirían notablemente los efectos del calentamiento global y, por tanto, del cambio climático.
La retirada de Estados Unidos del Acuerdo supone un golpe enorme contra el Medio Ambiente, ya que estamos hablando del 2º país más contaminante del mundo (sólo superado por China, que está dentro del Acuerdo).

Según datos de la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos las emisiones de dióxido de carbono de todos los países de la Unión Europea no alcanzan las de EEUU, siendo éstas de un 30% frente al 9% producido por Europa. Sin una medida que frene esta situación el futuro de los ecosistemas que conforman nuestro planeta se verá comprometido. Pero todavía hay lugar para la esperanza: el Estado de California, el más poderoso y poblado de la nación se rige por una legislación bastante dura contra el cambio climático y va a continuar trabajando para reducir sus niveles contaminantes, con el fin de conseguir para 2050 un 80% menos con respecto a 1990. No sería de extrañar que otros Estados se unieran a esta lucha de forma independiente al gobierno central.

En Ciencia Divertida estamos muy comprometidos con el Medio Ambiente, la sostenibilidad y el cuidado de nuestro planeta. Si quieres conocer más sobre nuestros talleres de reciclaje y ecología contacta con nosotros en Galicia@cienciadivertida.es.