En este artículo vamos a resolver una duda que seguramente nuestros pequeños científicos se hayan planteado más de una vez: ¿Sabéis por qué los aviones pueden volar a pesar de su tamaño y de pesar varias toneladas? ¿Cómo consiguen vencer el efecto de la gravedad e incluso avanzar con velocidad por el cielo?

Para empezar, hay cuatro fuerzas que hacen que un avión se mantenga en el aire: la sustentación, el arrastre, el empuje y el peso. Y, ¿cuál es el efecto que ejerce cada una de éstas?

  • La sustentación es una fuerza hacia arriba que permite que el avión se mantenga levantado gracias al modo en que el aire se mueve alrededor de las alas.
  • El peso es la fuerza que lleva el avión hacia abajo. Para contrarrestar este efecto los aviones tienen el peso repartido a todo lo largo de su estructura y esto los mantiene balanceados.
  • El empuje o fuerza de tracción es la que lleva el avión hacia delante, esta fuerza es generada por los motores del avión.
  • La resistencia es la fuerza que detiene el avión al chocar frontalmente contra el aire, esta fuerza se contrarresta gracias al diseño dinámico.

Estas cuatro fuerzas actúan conjuntamente gracias a los motores del avión. El flujo de aire pasa muy rápido sobre las alas y es enviado para abajo gracias al diseño de éstas. Aquí actúa la fuerza de sustentación, que debe ser suficiente para contrarrestar el peso del avión. Por lo tanto, cuánto más rápido avanza el avión, más aire es enviado hacia abajo y mayor es su sustentación.

Gracias a esta explicación también podemos comprender por qué los aviones necesitan coger bastante velocidad en tierra antes  de empezar a volar. Mientras el flujo de aire no pasa suficientemente rápido sobre las alas, no hay aire suficiente fuerza de sustentación porque no se envía el aire necesario hacia abajo.

Si, ahora que ya sabéis por qué vuelan los aviones, queréis saber por qué flotan los barcos, en nuestro taller “Barcos, ¿por qué flotan?” podéis aprenderlo con ejemplos.