El papel de la mujer en la carrera espacial norteamericana ha sido, y continúa siendo, imprescindible. En el ambiente laboral de la NASA, predominantemente masculino, una mujer destaca por encima de la mayoría. Esta es Nancy Grace Roman, astrónoma y defensora del papel femenino en el ámbito científico.

Roman, nacida en los años 20 en Teenessee, fue una de las primeras directivas de la agencia espacial norteamericana. Es popularmente conocida como la Madre del Hubble, dada su labor en la planificación del telescopio espacial Hubble.

A la temprana edad de 11 años Nancy comenzó a mostrar interés por el mundo de las constelaciones y del espacio. Tal era su pasión que formó un club de astronomía con sus compañeros de colegio. Cuando llegó el momento de decidir sobre su futuro académico Nancy no tuvo ninguna duda: en 1946 se graduó en Artes y Astronomía en Swarthmore College, mientras compaginaba sus estudios académicos con su trabajo en el Observatorio Sproul. Tres años después Roman obtuvo el Doctorado en Artes y Astronomía por la Universidad de Chicago, donde permaneció trabajando durante varios años en el Observatorio Yerkes.

Trabajando en el Observatorio Yerkes descubrió que el espectro de emisión de la estrella AG Draconis había cambiado por completo desde las últimas observaciones realizadas sobre ella. La publicación de su estudio acerca de este cambio ayudó a que su carrera profesional avanzase considerablemente.

Nancy entró en la NASA EN 1959, convirtiéndose en la jefa de Astronomía de la Oficina de Ciencia Espacial de la Agencia.  De este modo Roman pasó a ser la primera mujer en tener un puesto ejecutivo dentro de la NASA.

Durante sus años de trabajo dentro de la agencia Nancy desarrolló varios programas, coordinándolos, reclutando astrónomos para incorporar a sus equipos y formándolos por todo el país. En el último programa que participó fue en el del Telescopio Hubble, pieza fundamental en el campo de la investigación. Fue diseñado para ser utilizado para dar servicio a los astronautas en el espacio, por lo que su diseño y desarrollo supuso años de estudios e investigaciones, en los que Nancy estuvo profundamente implicada.

A lo largo de su carrera profesional, como le sucedía a otras mujeres en mitad del siglo XX con puestos de trabajo desempeñados por hombres normalmente, Roman tuvo  que hacer frente a numerosos problemas por el mero hecho de ser mujer. Durante sus 20 años de trabajo en la NASA y en la actualidad Nancy ha tratado de ser un ejemplo para todas aquellas niñas y mujeres interesadas en el campo científico, para alentarlas a estudiar una carrera de Ciencias y desarrollar su carrera sin tener en cuenta su sexo o los posibles prejuicios sociales que pudiesen existir. Tal ha sido el impacto como mujer y científica que Nancy Roman es una de las 4 figuras conmemorativas que la marca de juguetes LEGO ha lanzado este año para recordar el papel tan importante de mujeres en el campo de las Ciencias.