Cuando llega el frío éste no sólo viene acompañado de ráfagas de viento helado, de lluvia y de nieve, sino de ciertas enfermedades vinculadas a la bajada de defensas. Por eso es tan habitual ver carteles informativos en los que se anima a los grupos de riesgo a vacunarse para hacer frente a la más común de las enfermedades de esta época: la gripe.

¿Cuáles son los grupos más vulnerables ante la gripe? Ancianos, embarazadas, niños pequeños y cualquier persona con algún trastorno crónico, según la OMS (Organización Mundial de la Salud)

Existe un desconocimiento generalizado acerca de las vacunas y sus beneficios, pero nuestro departamento de Biología especializado en virus nos ha explicado con detalle todo acerca de la vacunación.

En primer lugar una vacuna es un preparado que aporta inmunidad adquirida ante una enfermedad.  Normalmente las vacunas se realizan con una parte debilitada del microbio o microorganismo que causa la dolencia. Os preguntaréis ¿por qué se introduce en el cuerpo de una persona parte del agente que provoca la enfermedad, si lo que se pretende es evitarla? Precisamente por eso: al introducir un agente con componentes de una enfermedad lo que se está haciendo es estimular el sistema inmunológico del cuerpo humano, para que capte a este elemento como una amenaza.  Cuando lo localiza y lo elimina el sistema inmunológico “almacena” esta información para que, en el futuro, si otro agente similar entra en el cuerpo recuerde que es nocivo y acabe con él.

Las vacunas protegen de enfermedades infecciosas, de modo que es importante seguir el calendario de vacunación a rajatabla, para evitar contratiempos. Gracias a ellas, entre otros factores, hay enfermedades, como la viruela, que están erradicadas.

Aunque cada vez existe mayor número de población vacunada, todavía existen millones de personas (especialmente niños) que no lo están o que sólo han recibido una de las dosis de las vacunas que necesitan una nueva aplicación con el paso del tiempo.  La mayor parte de las vacunas se aplican entre los 2 meses y los 14 años, dado que el sistema inmunológico de los niños no ha estado expuesto a tantas infecciones y no está preparado para diferenciar cuáles son agentes malignos y cuáles no. Necesita el empujoncito de la vacuna, que le ayudará a hacer frente a las enfermedades.

En nuestro país existe un completo programa de salud dedicado a la vacunación pero, lamentablemente, en otros, el acceso a este tipo de medicinas resulta sumamente costoso y complejo.   La OMS ha desarrollado un Plan de acción mundial sobre vacunas que espera alcanzar en 2020. A través de este plan aprobado en 2012 se pretende evitar la propagación de enfermedades mortales que pueden prevenirse a través de las vacunas, si todo el mundo tiene acceso a ellas. Es un proceso largo, pero todo el mundo debe tener acceso a la vacunación y a hacer frente a los agentes infecciosos.