La electricidad estática está presente en nuestro día a día, pero si no te fijas sus efectos pueden pasar totalmente desapercibidos. Sin embargo en Ciencia Divertida nos encanta descubrir ejemplos de ciencia en nuestro entorno, especialmente cuando consiguen despertar el interés de los más pequeños en materia científica, alimentando su curiosidad.

Antes de comenzar con este experimento vamos a poner a todos los que nos estáis leyendo en situación, para que comprendáis lo que va a suceder: La materia y, por tanto, los objetos que nos rodean están compuestos por átomos. Éstos, a su vez, están compuestos por un núcleo y uno o más electrones. El núcleo está compuesto por protones y neutrones, ocupando casi toda la masa del átomo. Los electrones tienen carga eléctrica negativa, los protones tienen carga positiva y los neutrones tienen los dos tipos de carga, lo que los convierte en neutros.

Con estos conceptos básicos claros vamos a dar comienzo nuestro experimento. ¿Todos listos?

Materiales que vamos a necesitar

  • Un globo
  • Papel
  • Una lata de refresco vacía
  • Un peque-científico, con el pelo un poco largo

 

  • En primer lugar hincha el globo y átalo para evitar que el aire salga.
  • Coge el globo y frótalo a la cabeza de tu amiguito, durante un par de segundos.
  • Separa el globo de la cabeza despacio y comprueba lo que sucede en el pelo de tu amigo.
  • ¿MAGIA? No, simplemente ciencia.

Ahora vamos a probar lo que sucede con el papel:

  • Coge el papel y rómpelo en trocitos pequeños. No te molestes que sean iguales o que estén cortados perfectos. Lo que nos interesa es tener muchos papelitos sobre una superficie.
  • Ahora frota el globo contra la cabeza de nuestro científico o científica de pelo largo.
  • A continuación aproxima el globo a los trocitos de papel. ¿Ves lo que sucede? ¡Se quedan pegados!

Por último vamos a ver qué es lo que pasa con la lata:

  • Coloca la lata vacía en posición horizontal en el suelo.
  • Como en las veces anteriores frota el globo contra la cabeza de tu compañero o compañera y acerca el globo a la lata, sin llegar a tocarla.
  • ¿Cómo es posible? ¡La lata viene con nosotros!

La explicación de las tres situaciones es sencilla, y probablemente más fácil ahora que sabemos qué son los electrones, los protones y los neutrones. Habitualmente cuando dos objetos entran en contacto no sucede nada. Pero a veces, cuando colocamos dos objetos cuyos materiales tienden a perder o ganar electrones, sucede lo que hemos visto antes.

En el caso del globo y el pelo vemos que al acercar el globo a la cabeza los cabellos se quedan “pegados” al globo, atraídos hacia él. La mayoría de materiales que conforman los objetos presentan cierta tendencia a aumentar los electrones y otros se deshacen de ellos. Aquí lo que vemos es que el pelo pierde electrones y los gana el globo. La carga del pelo es positiva, mientras la del globo es negativa, lo que demuestra que los opuestos se atraen.

Si os ha gustado no dudéis en inflar un globo y comenzar a comprobar la carga de todo lo que os rodea. ¡Hasta pronto!